domingo, 25 de febrero de 2007

...

El agua se escurre, avanza y se va, se pierde entre la arena antes de irse siquiera, se escapa. Abrazo fuerte mis piernas, escondo mi rostro contra mis rodillas. Intento no caerme, no perderme entre la arena pero hay tanto viento. Tanto viento... como un grito que me calma, me aturde y me calma. Me dejo abrazar por el viento.
No quiero moverme demasiado, no quiero que sepas lo que estoy pensando. Detrás mío, el desierto y esa ventana. Sé que estás ahí tras el vidrio. Siento tu mirada que me persigue en cada pensamiento que tengo. Si no fuese por la tormenta escucharía tu respiración detrás mío, y aún así no podría moverme.
No puedo
No quiero
No quiero saber si es cierto.
Imagino que estás ahí, vigilándome. Y tu mirada constante me trastorna. Debo pensar en otra cosa, necesito deshacerme de esos ojos, y al hacerlo todo se llena de sangre. Tu hermoso cabello rubio, todo pegoteado, perdoname, no quería, pero no toleraba tu mirada. Cada nueva imagen me aterroriza y necesito taparla con otra, pero las que vienen son peores, no hay salida. Imagino que él ya te asesinó, te imagino descuartizada de la manera más horrorosa. Te imagino sufriendo y lloro. No hay salida.

No hay comentarios: